Este lunes por la noche, el Yankee Stadium en el Bronx será el escenario del crucial Juego 3 de la Serie Mundial de Béisbol, donde los Yankees de Nueva York recibirán a los Dodgers de Los Ángeles en un intento por cambiar el rumbo de la serie. Los campeones de la Liga Nacional, los Dodgers, se llevaron los dos primeros encuentros en la costa oeste: el primer juego fue una épica batalla que culminó con un Grand Slam en la décima entrada, dejando a los Yankees sin respuesta. En el segundo juego, Los Ángeles mantuvo el control y se impuso 4-2, limitando a la ofensiva neoyorquina a solo cuatro hits.
El mánager de los Yankees, Aaron Boone, reconoció el reto que enfrentan: “Nadie dijo que iba a ser fácil. Es una serie larga, y tenemos que alargarla aún más. No nos rendiremos. Simplemente, debemos seguir luchando”. Con el ánimo aún en alto, los Yankees saben que deben realizar ajustes rápidos, enfrentándose a un equipo tan sólido como los Dodgers. “Es necesario un sentido de urgencia, mucha voluntad y determinación”, dijo Anthony Rizzo, primera base de Nueva York. Para el equipo local, el desafío comienza esta noche.
La presión recae en gran medida sobre Aaron Judge, el bateador estrella de los Yankees, quien ha tenido un inicio de Serie Mundial complicado. En los dos primeros juegos, Judge ha mostrado dificultades, fallando en 14 de sus 24 swings y registrando un OPS en octubre de .605, muy por debajo de su mejor desempeño en temporada regular. “Tengo que dar un paso al frente”, admitió Judge, consciente de que debe retomar el nivel que impulsó a los Yankees durante una temporada llena de altibajos. A su lado, Giancarlo Stanton y Juan Soto también estarán bajo los reflectores, listos para aumentar su impacto en la serie.
Por su parte, los Dodgers tampoco están exentos de presión. Aunque lograron un buen inicio, han demostrado ser vulnerables, como en su serie previa ante San Diego y en los enfrentamientos de la temporada contra los Mets. Walker Buehler abrirá para los Dodgers en el Juego 3, pero no lanza desde el 16 de octubre, y se prevé que en el Juego 4 recurran solo a relevistas. La atmósfera del Yankee Stadium será un desafío adicional para el equipo de Los Ángeles, con una multitud local dispuesta a empujar a su equipo hacia una victoria que revitalice la serie.
Esta Serie Mundial marca el regreso de los Yankees a la máxima cita desde 2009, y el riesgo de que esta oportunidad histórica termine en desastre está latente. Sin embargo, el camino hacia la remontada está ahí. Con una victoria, Nueva York podría dar un golpe de autoridad, convencer a Soto de ser parte del futuro del equipo y reforzar el legado de Judge. La posibilidad de conquistar el título número 28 sigue viva.
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