El Barcelona dio un golpe de autoridad en el partido de ida de los octavos de final de la UEFA Champions League, al imponerse en Lisboa pese a jugar con diez hombres desde el minuto 22 por la expulsión de Pau Cubarsí. A pesar de la adversidad numérica, el equipo dirigido por Hansi Flick mostró una gran solidez defensiva y supo aprovechar sus oportunidades en ataque. “Sabíamos que íbamos a sufrir tras la tarjeta roja, pero mantuvimos la calma y supimos aprovechar nuestra velocidad en el frente ofensivo”, declaró Pedri tras el encuentro.
Uno de los nombres propios de la eliminatoria es Raphinha, quien ha sido determinante con goles clave en ambos enfrentamientos entre estos equipos durante la temporada. El extremo brasileño ha participado directamente en 23 goles en 21 partidos de Champions, consolidándose como una de las figuras más desequilibrantes del Barcelona en el torneo. Su aporte será fundamental en el Estadi Olímpic Lluís Companys, donde los culés han construido una racha positiva de siete partidos sin conocer la derrota (5 victorias, 2 empates), promediando más de tres goles por encuentro.
Por su parte, el Benfica llega con la misión de remontar una eliminatoria cuesta arriba. Su entrenador, Bruno Lage, consideró que el marcador en la ida no reflejó lo sucedido en el campo, pero el historial no juega a favor de los portugueses. Solo han conseguido tres triunfos en sus últimos 24 partidos contra equipos españoles en competiciones europeas (8 empates, 13 derrotas) y han sido eliminados en sus cuatro últimas eliminatorias a doble partido ante rivales de LaLiga. Sin embargo, el delantero Vangelis Pavlidis no pierde la esperanza: “Nada está decidido aún. Sabemos lo que podemos hacer y vamos a intentarlo hasta el final”.
Los lisboetas llegan con buen ritmo tras vencer 3-0 a Nacional en su último encuentro liguero, sumando su octava victoria en los últimos diez compromisos (1 empate, 1 derrota). Además, han demostrado ser un equipo sólido fuera de casa en la Champions, logrando tres victorias consecutivas como visitantes en el torneo. En cuatro de sus cinco desplazamientos en la presente edición de la UCL han conseguido salir airosos, lo que les da razones para creer en una remontada.
El Barcelona, por su parte, no tuvo actividad el pasado fin de semana debido al aplazamiento de su partido de Liga contra Osasuna tras el lamentable fallecimiento de un médico del primer equipo. Este descanso inesperado podría jugar a favor del conjunto blaugrana, que además tiene en mente su crucial choque de liga contra el Atlético de Madrid el próximo fin de semana. Aún así, Flick y sus dirigidos saben que no pueden confiarse, ya que cualquier descuido podría revivir la esperanza del Benfica.
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