Este sábado, el Estadio de La Cartuja en Sevilla será testigo de un enfrentamiento de alto voltaje con sabor a historia: FC Barcelona y Real Madrid se disputan el título de la Copa del Rey, en el primer Clásico por este trofeo desde la recordada final de 2014. En aquella ocasión, los blancos se llevaron el triunfo por 2-1 gracias a un mítico gol de Gareth Bale, pero esta vez el favoritismo recae del lado blaugrana, que llega en gran momento y liderando LaLiga.
El Barcelona, máximo ganador de la competición con 31 títulos, busca levantar la copa por primera vez desde la temporada 2020-21. Bajo el mando de Hansi Flick, el conjunto culé ha tenido una campaña copera arrolladora, incluyendo una semifinal de infarto ante el Atlético de Madrid (5-4 global). El equipo ha perdido solo uno de sus últimos 27 encuentros en todas las competiciones, pero la baja de Robert Lewandowski por lesión puede pesar en el ataque, como se vio ante Mallorca, donde necesitaron 40 remates para marcar un solo gol.
Por su parte, el Real Madrid quiere sumar su vigésimo primer trofeo copero en medio de una temporada irregular, en la que la Copa del Rey representa su opción más cercana de gloria. A cuatro puntos del Barça en LaLiga, los de Ancelotti llegan a esta final tras una semifinal igualmente ajustada frente a la Real Sociedad, que necesitaron resolver en la prórroga. Las lesiones siguen complicando al conjunto blanco, especialmente tras la baja definitiva de Eduardo Camavinga, aunque las recuperaciones de Mbappé y Mendy dan algo de respiro.
Este Clásico representa mucho más que una final. Para Ancelotti, puede ser su despedida del banquillo merengue, y para el Barça, una nueva piedra en el camino hacia un posible triplete. Con ambos clubes anotando con facilidad en esta edición de la copa (más de cinco goles en semifinales), se espera un duelo vibrante y con emociones desde el inicio. Sin embargo, solo dos de las últimas 26 finales de la Copa del Rey se han definido por penales, por lo que el ganador probablemente se decidirá en los 90 o 120 minutos de juego.
Los duelos recientes también juegan en la previa. El Barça ha ganado los últimos dos Clásicos, y si consigue un tercero, igualaría una racha que el Madrid no sufre desde 2023. El escenario es perfecto: dos gigantes, una ciudad neutral y un título en juego que puede definir el éxito o el fracaso de toda una temporada.
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